QUÉ HEMOS HECHO DE LA PAZ
Qué hemos hecho de la paz
quizás una palabra vacía,
quizás un sueño que no se puede alcanzar.
Quizás una flor marchita,
un canto sin alma, un eslogan sin vida,
un tesoro que no se puede encontrar.
Con un abrazo, desde el corazón,
con la esperanza de que aún es posible encontrar
en el mundo el amor.
DANOS TU PAZ, SEÑOR, PAZ, SEÑOR,
EL DON PARA ENTREGARNOS SIN MEDIDA.
DANOS TU PAZ, SEÑOR, PAZ, SEÑOR,
CAMBIA NUESTRO CORAZÓN.
Qué hemos hecho de la paz,
quizá tan solo un sentimiento,
que olvida el hambre, el dolor, la justicia, el perdón.
Quizá un apretón de manos,
un papel firmado, un acuerdo pactado,
un lamento, un error, sin justificación.
Con un abrazo, desde el corazón,
con la esperanza de que aún es posible encontrar
en el mundo el amor.
DANOS TU PAZ, SEÑOR, PAZ, SEÑOR,
EL DON PARA ENTREGARNOS SIN MEDIDA.
DANOS TU PAZ, SEÑOR, PAZ, SEÑOR,
CAMBIA NUESTRO CORAZÓN.
REFLEXIÓN
Observamos, hablamos, reflexionamos, analizamos...pero aún así, !nos sentimos incapaces de cambiar tantas cosas! La paz nos parece un objetivo inalcanzable. Solo podemos aspirar a cambiar muy pocas cosas, algo de nuestro alrededor y quizá algo de nosotros mismos.
En la canción queremos transmitir realismo, pero también esperanza, a la vez que criticamos actitudes falsas e hipócritas que predican la paz, pero siguen ancladas en intereses egoístas. La búsqueda de beneficios económicos está detrás de muchos discursos que aparentemente predican la justicia, pero que nada hacen para conseguirla.
A los creyentes nos une y motiva una gran tarea para contribuir a la paz. Que la valentía, el trabajo y la oración sean nuestras armas.
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