CAMBIAR EL CORAZÓN
Quién puede aguantar un gesto de amargura,
quién puede impasible ver unos ojos que lloran,
quién puede pensar en el lucro y la opulencia
ante tanta injusticia, tanta miseria.
No es cuestión de escribir lindos poemas,
no es cuestión de escribir canciones bellas,
de apartar la mirada al ver lo que pasa en realidad,
de esconder esa imagen tan dura y cruel que hiere el alma.
ES CUESTIÓN DE HABLAR BIEN CLARO, TRABAJANDO MANO A MANO,
DE DEJARLO TODO, SI ES PRECISO, POR AMOR,
DE DENUNCIAR LAS INJUSTICIAS, SIN ENGAÑARNOS CON MENTIRAS,
ES CUESTIÓN DE CAMBIAR EL CORAZÓN.
Que se ponga en pie, que empiece a caminar,
quien quiera encontrar la paz y la libertad,
quien quiera dejar prejuicios y temores,
quien quiera arriesgar su seguridad.
No es cuestión de soltar bellos discursos,
de vivir fascinados por tantos engaños,
silenciando la voz que llama a nuestro corazón,
escondiendo ese llanto tan duro y cruel que hiere el alma.
ES CUESTIÓN DE HABLAR BIEN CLARO, TRABAJANDO MANO A MANO,
DE DEJARLO TODO, SI ES PRECISO, POR AMOR,
DE DENUNCIAR LAS INJUSTICIAS, SIN ENGAÑARNOS CON MENTIRAS,
ES CUESTIÓN DE CAMBIAR EL CORAZÓN.
REFLEXIÓN.
"Cambiar el corazón" aborda el drama humano de la pobreza, de la injusticia, del dolor. Es una interpelación a nuestra propia vida en la que denunciamos:
-la indiferencia ante las situaciones de injusticia.
-el no querer conocer lo que en realidad pasa en el mundo.
-el desánimo y la desesperanza.
-el apego a las riquezas, a las mentiras que nos quieren hacer creer en la felicidad y a las "seguridades" humanas.
-los discursos y la palabrería estéril que suena muy bien pero que no resuelve nada.
-el dicho popular "ojos que no ven, corazón que no siente"
Que nunca nos falte la esperanza y podamos poner nuestro granito de arena por la paz.
Quién puede aguantar un gesto de amargura,
quién puede impasible ver unos ojos que lloran,
quién puede pensar en el lucro y la opulencia
ante tanta injusticia, tanta miseria.
No es cuestión de escribir lindos poemas,
no es cuestión de escribir canciones bellas,
de apartar la mirada al ver lo que pasa en realidad,
de esconder esa imagen tan dura y cruel que hiere el alma.
ES CUESTIÓN DE HABLAR BIEN CLARO, TRABAJANDO MANO A MANO,
DE DEJARLO TODO, SI ES PRECISO, POR AMOR,
DE DENUNCIAR LAS INJUSTICIAS, SIN ENGAÑARNOS CON MENTIRAS,
ES CUESTIÓN DE CAMBIAR EL CORAZÓN.
Que se ponga en pie, que empiece a caminar,
quien quiera encontrar la paz y la libertad,
quien quiera dejar prejuicios y temores,
quien quiera arriesgar su seguridad.
No es cuestión de soltar bellos discursos,
de vivir fascinados por tantos engaños,
silenciando la voz que llama a nuestro corazón,
escondiendo ese llanto tan duro y cruel que hiere el alma.
ES CUESTIÓN DE HABLAR BIEN CLARO, TRABAJANDO MANO A MANO,
DE DEJARLO TODO, SI ES PRECISO, POR AMOR,
DE DENUNCIAR LAS INJUSTICIAS, SIN ENGAÑARNOS CON MENTIRAS,
ES CUESTIÓN DE CAMBIAR EL CORAZÓN.
REFLEXIÓN.
"Cambiar el corazón" aborda el drama humano de la pobreza, de la injusticia, del dolor. Es una interpelación a nuestra propia vida en la que denunciamos:
-la indiferencia ante las situaciones de injusticia.
-el no querer conocer lo que en realidad pasa en el mundo.
-el desánimo y la desesperanza.
-el apego a las riquezas, a las mentiras que nos quieren hacer creer en la felicidad y a las "seguridades" humanas.
-los discursos y la palabrería estéril que suena muy bien pero que no resuelve nada.
-el dicho popular "ojos que no ven, corazón que no siente"
Que nunca nos falte la esperanza y podamos poner nuestro granito de arena por la paz.
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