EN ESE NIÑO DIOS (VILLANCICO)
En
un niño acostado en un pesebre,
a
quien los magos llevaron sus presentes,
en sus labios que sonríen ante la bondad,
en
su mirada de paz.
En
ese Niño que andará sobre las aguas
y
que un día calmará la tempestad,
que
multiplicará los panes y los peces,
llegó
la Navidad.
LA TERNURA SE HIZO CARNE, PALABRA, CORAZÓN,
LA NOCHE SE HIZO LUZ Y RESPLANDOR.
PORQUE DIOS NOS ENTREGÓ TODO SU AMOR,
EN ESE NIÑO DIOS.
Cuando veo tantos niños que no tienen hogar
tantos pueblos que sufren la violencia,
siento la llamada
de
Dios en el portal,
llamada a la solidaridad.
Que
nazcan nuevos sueños, ideales de verdad,
al
brindar con una copa de champán
y
que sea tu deseo amar hasta el final
la
estrella de la Navidad.
LA TERNURA SE HIZO CARNE, PALABRA, CORAZÓN,
LA NOCHE SE HIZO LUZ Y RESPLANDOR.
PORQUE DIOS NOS ENTREGÓ TODO SU AMOR,
EN ESE NIÑO DIOS.
MI REFLEXIÓN
EN ESE NIÑO DIOS es un villancico que nos recuerda la grandeza de Dios-Niño, desde el prisma de la resurrección, de aquí que se incluyan referencias a los signos que realizará más tarde en su vida pública. Uniendo las tradiciones navideñas a la experiencia cristiana, el villancico nos invita también al compromiso social.
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