VINISTE A MI ( JESÚS Y LA SAMARITANA)


VINISTE A MI ( JESÚS Y LA SAMARITANA)
     
No fui yo quien te busqué, fuiste tú quien vino a mi
y me hablaste como si me conocieras.
Me pediste un vaso de agua y me diste un manantial
de vida que no acaba.

 Tú me hablaste al corazón y en mi todo cambió
 desvelaste lo que en mi alma yo guardaba
         
DAME DE ESA AGUA Y NO TENDRÉ MÁS SED
DE ESA FUENTE INAGOTABLE QUE ES VIDA EN MI SER
DAME EL DON DE CREER PARA SERTE SIEMPRE FIEL
EN ESPÍRITU, EN VERDAD TE ADORARÉ.

No fui yo quien te busqué, fuiste tú quien vino a mi
y me amaste aunque no lo mereciera.
Yo que había recorrido mil caminos, nunca hallé
el auténtico sentido de mi vida.

Tú me hablaste al corazón y en mi todo cambió
y ahora quiero anunciar esta alegría

MI REFLEXIÓN

VINISTE A MI recoge el pasaje evangélico del encuentro de Jesús con la samaritana. Es un relato cercano y emotivo en el que Jesús se acerca a una mujer samaritana, doblemente rechazada y marginada, por ser mujer y además, por ser samaritana.

La iniciativa nace de Jesús y la samaritana, aunque extrañada, acepta la cercanía de Jesús. El encuentro resulta una experiencia de salvación para la mujer, un cambio y una transformación de su corazón. También aparece en el texto y en la canción, el anuncio y la alegría que produce el encuentro con el Señor. Jesús es esa fuente de agua viva que sacia todos nuestros deseos, búsquedas y necesidades.

VINISTE A MI, es un canto de meditación, de reflexión y apropiado especialmente para la comunión o para celebraciones en las que utilicemos el agua como símbolo de vida y de purificación interior.

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